sábado, 5 de julio de 2008

ANTONIO SILVA




primerísimo primer plano
en la comisura labial,
Bloody mary de su menstruación.

Café Europa.

Como si su cuerpo fuera un lucero de Cranach Debutó
en los jardines colgantes del lumpenaje Trazaba
paisajes, una chilean postal, ¿a lo Valenzuela Llanos
dirá ud.?
No, tan sólo un joven dios latinoamericano O quizá un
violento kouros sudaca
Su actitud por la vida... iba más allá de un mariano
dolor, más bien diría yo, mi estimado comensal, Era
una Kiriotissa periférica, Su pequeño pan de oro fue
devorado en la mesa de los crímenes y santos
invertidos Te contaré, hablaba de arte tan livianamente
Como de tintes para el cabello, Y según ella su madre
había sido empleada en casa de Juan Downey Y que
ella y su muchacho prerrafaelista eran una especie de
David Bowie de la poesía En mi opinión estos
minessinger urbanos seducían no sólo el bulto de sus
clientes, sino también sus almas y bolsillos.
No crea Ud. Que la envidio, es sólo la apreciación de
su amiga y confidente.
Me disculpa un momento, veré si encuentro algo
Para el espíritu, ¿qué tal César Franck?



Pieza XVI de un Hotel

“No moderno artificio
borró designios, bosquejó modelos
al cóncavo ajustando de los cielos
el sublime edificio”

Góngora.

Privada de toda duda aparece ante ti, como un dorado spot
de televisión la halógena sonrisa de una torrecita de Babel:
lugar de lenguas, sangre y “pequeñas muertes”. La noche
redobla su nigredo para que el rubedo de tan mínimo
palacete deje en ti la estampida nuclear de hienas y cebras
en el glande de tu beso El curioso asedio de lámparas
japonesas (que dispuestas como baratos rubíes más bien
parece la cofia frutal de una feria en Curepto) Estación
porno. Las llaves del cuarto cuelgan de tu anular y en su
chasquido recuerda un diálogo de aros y lenguas.

[corte a NEGRO]


El interior de un cuerpo fue el interior de otro cuerpo en la
/residualidad de lo externo.
Apenas el ropaje de la noche.
Apenas nuestros besos que en lunar disparo
fue amor en otro cuarto...



Cuando el toro se presente
en la casa de las bodas, y se aferre
como núbil gigante a las cintas del corazón
En fístula caravana
la minucia de tu boca guinda negra
sobre un cuerpo que no halló
en alquimias su linaje.
Para el toro la vigilia es maldiciente
para ti un linceo refocilar
en el adorno de una copa
Entra y sale la babucla
mancha que deglute tu corazón
que es un pájaro
que es un pétalo
tu jardín.

el saha maithuna es interrumpido por
artificio de un lector.

DEL LIBRO " MATRIA "





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