En la casa venenosa siempre es invierno
El alma del ladrillo
Donde cabe un dedo de sol
La noche que pasa su pincel sobre la calavera
Pero se duerme bien
O pobre fantasma que no logras tocar el agua
Sin árbol libre se cae el color del cuadro
Y huye hacia el cajón donde guardamos el pasado
Donde por fin podemos
Enumerar vacías sombras
Ecos sin ecos
Distancias
Un muro sin fin del horizonte venenoso
Podemos sodomizar la manzana
Un espíritu que esculpe la piedra en un trabajo intermitente
Luces grandes que cubren un mudo plagio de textos y dioses
Tantas manos que nadan en la sombra de la energía
De la cresta de la ola
Que finaliza los pobres retratos de una pesadilla por terminar
Un eyaculado árbol fosforescente con un pie en la muerte pintada
Y el otro pie que aún se desarrolla
La casa venenosa
Repasa el crecimiento de lo cerebros que no tienen rótulos
Porque vivieron el viento a través de los ojos
Y corren pero no avanzan
Testigo es la risa del pobre ataúd
Que se cree ballena
Pero que es mas pobre que destapar el infierno
Para contar las olas que vienen en busca de textos
Y que nos desconocen siempre
A la orilla del viento
Porque van pasando
Los grandes descubrimientos
Falsificados por un simple parpadeo
O por el cambio de un salto inmóvil
De lo inútil
He pecado dice mi cerebro
Me pone en mejor lugar que la poesía universal
Sólo para leer si
Cuando la ciudad contamina mis textos
Y los taxistas entierran sus hijos en las nubes
Una inmensa costa de carpinteros que se alargan como el sol
Porque sienten que su corazón va cayendo
Y pasa de estadio en estadio
Y el puntaje se celebra dentro del pez
Una prostituta mecánica bebiendo en la fuente de la plaza
Porque la miran los 180 grados de los pájaros
Los gallos no porque están pisando las llaves del olvidado patio
Enganchado
Fiestas que tienen distintas alturas
Como los cables que penetran el mas allá
Como sonrisas involuntarias
Que hacen reír los grandes relojes de las mas grandes plazas de las mas grandes cuidades
Como recuperando huevos que se habían quebrado
Por la implosión del lenguaje
Ya que nadie había estado cerca
Los árboles olvidan a motor
El alma del ladrillo
Donde cabe un dedo de sol
La noche que pasa su pincel sobre la calavera
Pero se duerme bien
O pobre fantasma que no logras tocar el agua
Sin árbol libre se cae el color del cuadro
Y huye hacia el cajón donde guardamos el pasado
Donde por fin podemos
Enumerar vacías sombras
Ecos sin ecos
Distancias
Un muro sin fin del horizonte venenoso
Podemos sodomizar la manzana
Un espíritu que esculpe la piedra en un trabajo intermitente
Luces grandes que cubren un mudo plagio de textos y dioses
Tantas manos que nadan en la sombra de la energía
De la cresta de la ola
Que finaliza los pobres retratos de una pesadilla por terminar
Un eyaculado árbol fosforescente con un pie en la muerte pintada
Y el otro pie que aún se desarrolla
La casa venenosa
Repasa el crecimiento de lo cerebros que no tienen rótulos
Porque vivieron el viento a través de los ojos
Y corren pero no avanzan
Testigo es la risa del pobre ataúd
Que se cree ballena
Pero que es mas pobre que destapar el infierno
Para contar las olas que vienen en busca de textos
Y que nos desconocen siempre
A la orilla del viento
Porque van pasando
Los grandes descubrimientos
Falsificados por un simple parpadeo
O por el cambio de un salto inmóvil
De lo inútil
He pecado dice mi cerebro
Me pone en mejor lugar que la poesía universal
Sólo para leer si
Cuando la ciudad contamina mis textos
Y los taxistas entierran sus hijos en las nubes
Una inmensa costa de carpinteros que se alargan como el sol
Porque sienten que su corazón va cayendo
Y pasa de estadio en estadio
Y el puntaje se celebra dentro del pez
Una prostituta mecánica bebiendo en la fuente de la plaza
Porque la miran los 180 grados de los pájaros
Los gallos no porque están pisando las llaves del olvidado patio
Enganchado
Fiestas que tienen distintas alturas
Como los cables que penetran el mas allá
Como sonrisas involuntarias
Que hacen reír los grandes relojes de las mas grandes plazas de las mas grandes cuidades
Como recuperando huevos que se habían quebrado
Por la implosión del lenguaje
Ya que nadie había estado cerca
Los árboles olvidan a motor
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